Es inevitable que en el momento menos oportuno te encuentres con una pataleta/berrinche, y debes comprender que es totalmente normal, aún más en los niños pequeños que poseen una creatividad sin límites en estos momentos, es muy natural encontrarse con berrinches, pero, ¿A qué se debe? Todos estos comportamientos descontrolados, son causados principalmente por frustraciones o estrés, debido a que aún no se desarrolla las capacidades de enjuague completas y es difícil lograr expresar sus emociones, deseos y preocupaciones; su única opción son las rabietas que lo ven como un mecanismo para llamar la atención y lograr lo que desean a todo costa. Otros de los motivos radica en el deseo de independencia prematura, que no es del todo malo, es una gran oportunidad para atribuirle a nuestro hijos responsabilidades que serán muy importantes en el futuro.

pataleta-berrinche

Es importante que en todo hogar se establezcan reglas y se hagan cumplir. Ocurre muy consecutivamente que los padres pierden la autoridad ante sus hijos, por ceder y complacer en todo; a los hijos se les debe enseñar el valor de cada una de las pertenencia, cuando costo adquirirlas, como cuidarlas y como lograr conseguir algo que quieren de hace tiempo.

Cuando te encuentre frente una pataleta o berrinche en acción, debes hablarle a tu hijo con firmeza y autoridad, nunca con golpes ni actuaciones barbarías, que solo les dejaras una mala enseñanza e inculcaras que pueden hacerle lo mismo a otra persona si él está molesto, recuerda que eres su ejemplo a seguir,  los niños copian todo lo que observan y puede que ya te hayas dado cuenta de ello.

La solución a una pataleta o berrinche es en el momento no complacerle el motivo de su rabieta, llevarlo a un lugar calmado y alejado de todos, donde le indicarás que ese es su castigo y deberá quedarse allí reflexionando lo sucedido y calmarse. El tiempo lo decides según la magnitud de la pataleta si fue leve o fuerte, pero no lo dejes mucho tiempo, no es lo correcto, con unos minutos será suficiente y no corres el riesgo que se pare  y se vaya.

Se pueden presentar otro tipo de pataletas, debido a decepciones y tú lógicamente debes ayudarlo a calmarse, consolarlo y explicarle los motivos porque no siempre se consigue las cosas cuando se quieren y que con mayor esfuerzo podrá lograrlo él mismo por su cuenta.

En cuanto a ese deseo de independencia que se está llevando acabo, es momento de aprovecharlo a tu favor y dictarle ciertas tareas, muy sencillas, como del hogar o ayudar alguna persona o elegir que comerán en la cena, de seguro le encantará que su opinión cuente y aporte un valor muy significativo al entorno familiar. Recuerda recompensarlo y felicitarlo cada vez que su comportamiento sea aceptable o que cumpla con las reglas y también que cambie su actitud rápidamente al querer hacer una pataleta. Con un dulce, un juguete o incluso un abrazo, los estas enseñando lo que recibirá si se comporta bien.