El embarazo es un tiempo maravilloso en tu vida. También puede ser muy exigente y agotador para el cuerpo, la mente y el espíritu a veces. Pero al nutrir tu cuerpo con estos súper alimentos, te llenarás de energía, fortaleza, vigor y estarás lista para recibir tu paquete de alegría, sana y feliz.

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Los frijoles y las legumbres son buenas fuentes de proteína, fibra, calcio, hierro, tiamina y niacina. Haz un lote grande de frijoles cuando tengas tiempo y congela en recipientes pequeños. Ten cuidado con las variedades enlatadas, ya que son generalmente más altos en sodio y su valor nutricional es un poco menor, ya que están procesados ​​con altas temperaturas. La soja tiene más proteínas que cualquier otro frijol o legumbre, por lo que es elemento básico seas vegetariano o no. La soja es rica en muchos nutrientes, como el calcio y el hierro.

Incluye un montón de granos enteros como arroz integral, quínoa, mijo y avena, ya que son una gran fuente de fibra, minerales, proteínas y vitaminas del complejo B. Comprar los tipos menos procesados ​​de grano que puede encontrar, ya que muchos de los granos preparados comercialmente han tenido el germen nutritivo y beneficioso y salvado eliminado.

Las verduras de hoja verde como la col rizada, berza, berro y la espinaca son especialmente importantes durante el embarazo o la lactancia, ya que cubren muchas vitaminas y minerales, incluyendo las vitaminas A y C, calcio y hierro. Las verduras de hojas verdes también son ricos en fitoquímicos como el betacaroteno y la luteína, que protegen contra muchas formas de cáncer. Verduras de la familia del repollo, como el brócoli, las coles de Bruselas y la col son excelentes fuentes de vitamina A, vitamina C y calcio. También son ricos en fitoquímicos con propiedades anticancerígenas. Las verduras de hojas verdes y verduras de col de la familia proporcionan nutrientes importantes que ayudan a promover un suministro abundante de leche para su bebé.

Frutos secos y semillas son buenas fuentes de fibra, proteínas, minerales y ácidos grasos esenciales. Asegúrese de comer semillas de lino, semillas de calabaza, almendras y nueces para obtener ácidos grasos omega-3, que son importantes para el cerebro del bebé y el desarrollo del sistema nervioso, así como su propia salud. Frutos secos y semillas se pueden comer crudos o tostados, y funcionan muy bien en una ensalada de verduras de hoja verde.

Por último, es importante beber mucha agua, y asegúrese de que está recibiendo suficiente descanso durante este tiempo. Un cuerpo bien hidratado y bien descansado recupera más rápidamente, y listo para asumir los retos que la vida con un bebé recién nacido trae consigo.