Durante el embarazo necesitas más cantidad de hierro pero aún más si antes del embarazos ya presentabas niveles bajos de hierro, debes elevar los niveles y producir más hemoglobina para nutrir el crecimiento del bebé y la placenta, enfocándose directamente durante el segundo y el tercer trimestres. Las anemias por falta de hierro se diagnostican en 75 % durante el embarazo. En la lactancia es cuando los bebés están más vulnerables, por ello se exige el suministro de la lactancia materna al menos hasta los cinco años de edad, debe establecerse una dieta rica en hierro a la madre, ya que debido a la lactancia se pierde un número muy significativo de hierro y también puede ser escaso para el bebé.

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La anemia producida por ausencia de hierro es la causante de partos prematuros, bebés de bajo peso y un aumento en la mortalidad infantil. La leche materna aporta el porcentaje que requiere el lactante en este periodo y es mejor asimilada por el organismo. Al eliminar la lactancia es momento del aporte de leche de vaca conjuntamente con un suplemento alimenticio, en el mercado podrás conseguir leches enriquecidas con hierro, vitaminas y minerales. Adiciona a la dieta alimentos ricos en hierro, como lo es la carne de res, hígado, pescado y granos.

El hierro es un metal que se encarga de los nutrientes esenciales de los glóbulos rojos, quienes cumplen la función de la producción de hemoglobina, que permite la oxigenación de todo el cuerpo. Se debe prevenir la anemia desde temprana edad, porque si no se controla afecta gravemente el desarrollo del aprendizaje cognitivo y físico.

El comienzo de la pubertad puede afectar bruscamente la asimilación del hierro, en la mujer con el inicio del ciclo menstrual cada mes se pierde una cantidad importante de hierro, produciendo debilidad en algunas de ellas. En el caso del hombre se desarrolla más masa muscular y con ello mayor producción de volumen sanguíneo.  La ausencia de una dieta rica en hierro puede afectar gravemente el desarrollo inmunitario, siendo muy vulnerables a infecciones, bajando el nivel académico, pérdida de memoria a corto plazo y debilidad en sus destrezas rutinarias.

En la adolescencia es común el desorden en las comidas y por ello se debe estar al tanto de que los hijos lleven un adecuado equilibrio y el aporte de todos los nutrientes que necesitan. El estudio y la actividad física que practiquen les exigen mayor desgaste físico y mental, lo cual queman muchas calorías en el día y si no siguen una dieta adecuada esto puede ser muy perjudicial. Entre los alimentos con mayor cantidad de hierro están las vísceras, carnes rosas, mariscos, pescados, aves, huevos, verduras de hojas verdes y legumbres; debes incluirlo en la dieta de tus hijos. No olvides que para la adecuada absorción del hierro, debes incluir vitaminas y minerales quienes permiten que el organismo absorba con mayor rapidez todos los beneficios del hierro.