El nacimiento de todo bebé trae consigo lo que puede llegar a ser un gran reto para un padre primerizo: el cambio de pañales. Para algunos puede ser algo casi natural pero para otros la curva de aprendizaje es un poco más empinada. Lo que es seguro, es que con un poco de práctica, hasta el más inexperto puede llegar a dominarlo. Así que te invito a continuar leyendo para aprender de estos básicos consejos que te llevarán de ser un total novato a poder hacerlo con los ojos cerrados (pero no lo hagas… siempre hay que estar muy atentos a nuestro bebé durante todo el proceso).

Los recién nacidos hacen pipi y popó constantemente, por lo cual lo más recomendable es que después de cada amamantamiento o toma de biberón se cambie el pañal, así como inmediatamente tras notar que el pañal está sucio; esto ayudará a evitar alguna irritación indeseada. Antes y después de comenzar siempre lávate muy bien las manos y prepara el área de trabajo de forma que estén muy limpias y sin ningún peligro, recuerda que ahora tienes una responsabilidad muy grande, que es la seguridad de tu pequeño(a).

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A continuación te dejo 10 consejos básicos para cambiar el pañal de tu bebé que todo papá primerizo debe saber:

  1. Escoge un lugar adecuado: Procura usar un cambiador con la altura óptima, al menos en tu casa ya que con el tiempo tu espalda te cobrará factura si sueles usar la cama u otro espacio donde te tengas que estar agachando durante todo el proceso. Recuerda que tu bebé cada día va aumentando de peso y considera que vas a cambiar el pañal alrededor de 10 veces al día.
  2. Usa protector resistente al agua: Por más hábil que creas que eres a la hora del cambio de pañal, te aseguro que no te vas a escapar de llevarte la experiencia de que a tu pequeñín le parezca el momento adecuado de hacer sus necesidades, justo cuando estás en medio proceso de cambiar su pañal y creeme, la situación puede ser controlada mucho más facilmente si tienes una funda resistente a liquidos cubriendo el cambiador.
  3. Lleva todo lo necesario, siempre: Pañales limpios, crema antirosadura o talco, toallitas húmedas, ropa extra (de preferencia 2 cambios), toalla secante y un juguete para controlar que no se muevan mucho.
  4. No descuidarlo, nunca: Estar al pendiente del bebé, nunca dejarlo solo ni darle la espalda,  previene que pueda ocurrir un accidente. Esto es especialmente importante alrededor de los 3 meses o cuando tu bebé te da los primeros indicativos de que está por aprender a girarse por si mismo.
  5. Desvestir al bebé: No es necesario desvestirle por completo, basta con retirar las prendas de la mitad del cuerpo, tomando el bebé desde los tobillos elevando la cintura hacia arriba y subir la parte las prendas superiores más arriba del tronco para evitar que se ensucie.
  6. Retirar el pañal: No retires el pañal de inmediato, procura usar el mismo para limpiar los residuos que puedan quedar. Siempre debe ser de delante hacia atrás para evitar alguna infección (especialmente en las niñas).

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  1. Limpiar: Utiliza las toallitas húmedas para limpiar correctamente toda la zona de los genitales, la zona trasera, los pliegues de las piernas y cerca del ombligo. Utiliza la cantidad que necesites. Si es un niño te recomiendo colocarle una toallita húmeda sobre su pene desde el inicio, ya que suele darles ganas de orinar cuando están sin pañal.
  2. Crema para irritación: No es necesario ni recomendable aplicar crema en cada cambio de pañal, ni cada vez que haga popó; es mejor aplicarla con moderación únicamente cuando notes que hay alguna pequeña irritación. Debes aplicarlo en las zonas rojizas, pero nunca en los genitales, dejar que se absorba la crema al aire libre el mayor tiempo posible. Si la piel está muy irritada mejor limpiar la colita de tu bebé con una toalla humedecida con agua tibia y si la irritación continua visita al pediatra. Nota: procura usar solo la cantidad de crema necesaria para cubrir la zona irritada.
  3. Colocación del pañal nuevo: Eleva nuevamente sus piernas y coloca debajo de las nalgas la parte del pañal con el adhesivos, elévalo bien para lograr un buen ajuste. Las tiras adhesivas debe quedar suficientemente ajustadas, pero sin apretar demasiado al bebé y si no se le ha caído el ombligo no coloques el pañal sobre el mismo, dejándolo siempre al aire libre para que no se humedezca; un pequeño truco es cortar con unas tijeras el pedazo de pañal que quedaría sobre el ombligo.
  4. Seguridad ante todo: Termina de vestir a tu bebé y colócalo en un lugar seguro, mientras limpias y botas los desechos. No lo dejes en el cambiador mientras terminas de ordenar todo… aunque sepas que tu bebé no tiene la capacidad de girar aún, poniendose en riesgo una fuerte caída, es mejor que desde el inicio te acostumbres a no dejarle ahí descuidado ya que como mamá o papá siempre tenemos esos días en que el cansancio es tal, que funcionamos por mera inercia.

Como última recomendación sin formar parte de la lista ya que no es totalmente escencial, pero sí muy importante tomarlo en consideración, la experta en sexualidad Deanne Carson sugiere que pidamos permiso a nuestros bebés antes de cambiarle el pañal, algo así como «Ahora voy a cambiarte el pañal, ¿está bien?», por supuesto tu bebé no te puede responder aún, pero tan solo con esperar un poco y hacer contacto visual, estás enseñando desde una temprana edad a tu bebé que su respuesta es importante y estableces una cultura de consentimiento.